Cuando los individuos o parejas casadas en la Florida enfrentan desafíos financieros, pueden decidir considerar la bancarrota como una de las muchas opciones para el alivio de la deuda. Dependiendo de sus circunstancias, pueden optar por declararse en bancarrota bajo el Capítulo 13, lo cual les permite conservar sus bienes mientras continúen haciendo pagos de sus obligaciones durante los próximos tres a cinco años.
A diferencia de un Capítulo 7, el Capítulo 13 es para personas que tienen una fuente confiable de ingresos. En un caso en Nuevo México que fue decidido en Marzo del 2017, una pareja creyó que la compensación por desempleo de la esposa no debe ser considerada como un ingreso para el propósito de determinar los pagos del plan. Sin embargo, el tribunal de quiebras no estuvo de acuerdo con la pareja y se puso del lado del fideicomisario de la quiebra que quería incluir los pagos. La pareja argumentó que el ingreso por desempleo es en realidad un beneficio emitido bajo la Ley del Seguro Social. Algunos tribunales han sostenido que las prestaciones de desempleo no son «ingresos» que deben incluirse en los cálculos de la quiebra. Sin embargo, este tribunal de quiebras decidió lo contrario.
Este caso ilustra la importancia de comprender plenamente las obligaciones de cada uno durante un procedimiento de quiebra. Debido a que una bancarrota bajo el Capítulo 13 puede tardar varios años en completarse, no es inusual que alguien que se ha declarado en bancarrota experimente cambios en su vida durante este tiempo. En algunos casos, estos cambios pueden afectar la capacidad de mantenerse al día con el plan de pago y podrían obligar al deudor a entrar en un procedimiento del Capítulo 7. Como resultado, los deudores que están considerando presentar una declaración bajo este capítulo pueden querer reunirse con un abogado para elaborar un plan de pago que sea realista.